El Jaguar XJS ganador de las 24 horas de Spa de 1984. El “tanque” de Tom Walkinshaw Racing

Jaguar se enfrentaba a finales de los setenta y principios de los ochenta a unos momentos críticos. Otrora una marca absolutamente representativa de la industria automovilística británica, en ese periodo histórico se encontró con que los propios ciudadanos ingleses le habían dado la espalda.

Autor de fotografía de cabecera: Jaguar Mena

La falta de éxito de sus modelos de calle, unido al escaso lustre en competición de Jaguar, hizo que su futuro pendiese de un hilo. Fue, en esos momentos, cuando Jaguar consiguió desarrollar un coche de competición único: el Jaguar XJS.

Pues bien, en este artículo vamos a ver lo que significó este increíble coche para Jaguar, sus orígenes y éxitos.

Jaguar XJS de 1984: origen de este increíble coche

Como ya hemos comentado, a finales de los 70, Jaguar se encontraba en una profunda crisis. Afortunadamente, el piloto y preparador Tom Walkinshaw vino al rescate.

Tom Walkinshaw Racing, estructura fundada en Oxford en 1976, contaba con experiencia previa trabajando con otras marcas como Mazda, pues había inscrito los RX-7 en el Campeonato de Europa de Turismos y, sobre todo, en el Campeonato Británico de Turismos.

La reglamentación Grupo A parecía un terreno ciertamente abonado para un vehículo como el XJS. Su potente motor V12 -el mismo que unos años antes había montado el rápido pero frágil XJC-, que entregaba un par monstruoso, debía ser el punto fuerte de un vehículo que sin embargo, por reglamento, debía tener un peso mínimo de 1.400 kilogramos.

Gracias al buen hacer de los técnicos de TWR, siempre minuciosos y capaces de extraer la quintaesencia mecánica, el XJS iba a convertirse pronto en un rival temible para sus adversarios gracias a sus 5.344 cc que rendían casi 400 cv de potencia.

La temporada del Campeonato de Europa de Turismos de 1982, la primera en la que los Jaguar hicieron acto de presencia, tenía en BMW y sus 528i debidamente actualizados a nivel mecánico a los principales favoritos al título.

Los coches germanos comenzaron con un triplete, gracias a las dos unidades de Eggenberger y la de Juma en los 500 kilómetros de Monza, pero pronto los Jaguar adquirieron velocidad y, sobre todo, fiabilidad.

Tanto es así que ya en Vallelunga, escenario de la segunda prueba, el Jaguar de Tom Walkinshaw y Chuck Nicholson ya fue tercero a la conclusión de la carrera. Sin embargo, no fue hasta la cita en el trazado urbano de Brno, en junio, cuando los “gatos ingleses” subirían hasta lo más alto del podio.

Autor de la fotografía: Sicnag

Walkinshaw y Nicholson supieron gestionar la lluvia para pasar por meta tras más de tres horas y media de carrera con casi treinta segundos de ventaja sobre el mejor BMW 528i.

No sería ni mucho menos el último rugido de Jaguar ese año pues, tras un segundo puesto logrado en Salzburgring, los XJS obtuvieron un rotundo doblete en el tradicional Tourist Trophy, la emblemática prueba disputada en Silverstone.

Walkinshaw y Nicholson se impusieron a sus compañeros Pierre Dieudonné y Pete Lovett. Primer doblete que tuvo continuidad en Zolder, circuito que echó el telón a la temporada a finales de septiembre, cuando de nuevo Walkinshaw y Nicholson resultaron ganadores en esta ocasión aventajando a Dieudonné acompañado por Jeff Allam. Todo un aviso de las intenciones de Jaguar para 1983.

Pero esa temporada BMW iba a introducir su nueva arma, el BMW 635i que venía a sustituir al 528. Pese a que no era tan potente como el Jaguar, se acercaba en términos absolutos al XJS y, por si fuera poco, tenía un consumo menor que, en las carreras de resistencia del certamen europeo, iba a tener una importancia capital.

Tanto es así que BMW se apuntó los dos primeros tantos en Monza y Vallelunga, mientras que la primera victoria de Jaguar no llegó hasta Donington,gracias a Martin Brundle, John Fitzpatrick y Enzo Calderari.

Los de TWR también ganaron en Enna-Pergusa mientras BMW volvió a contraatacar en Mugello. Brno y Zeltweg presenciaron dos nuevos triunfos de Jaguar. En un intercambio de golpes casi pugilístico, BMW se anotó Nürburgring y Spa mientras Jaguar hizo lo propio con Salzburgring.

¿El final? BMW volvía a ganar, como ya había hecho el año anterior, gracias al austriaco Dieter Quester que, con 181 puntos, se imponía con casi trece sobre Walkinshaw.

1984: el año mágico de Jaguar XJS

Pero TWR y Jaguar no iban a dejar nada a la improvisación en 1984. Por un lado, el XJS seguía siendo el más rápido de todos. Por otro, la fiabilidad ahora sí resultaba casi a prueba de bombas.

Además, en muchas de las pruebas se inscribían tres coches para pilotos como el propio Walkinshaw o Nicholson pero llegaban a tiempo completo hombres de contrastada solvencia, velocidad y experiencia como Win Percy, Jean-Louis Schlesser, Armin Hahne o Hans Heyer. Walkinshaw y Heyer comenzaron imponiéndose en Monza y los XJS se impondrían hasta en otras seis ocasiones.

Percy y Nicholson lo hicieron en Donington y Salzburgring, Calderari y Brundle en Pergusa y finalmente Walkinshaw y Heyer en Brno, Österreichring y la joya de la corona, las 24 horas de Spa.

Sin lugar a dudas, la clásica de las Ardenas fue la victoria más especial para Jaguar y TWR pues se imponían en una prueba que parecía absolutamente inalcanzable para ellos. Walkinshaw, Heyer y Percy completaron la maratón belga efectuando 453 vueltas al circuito de Spa-Francorchamps, tres más que el BMW 635 CSi de Bastos Juma Racing Team.

Por cierto, en nuestra tienda online contamos con esta magnífica miniatura del Jaguar XJS con el que consiguió las 24 Horas de Spa. ¡Una auténtica maravilla!

Así las cosas, Walkinshaw se proclamó campeón europeo con 181 puntos, diez más que los sumados por su compañero de equipo Heyer.

A partir de 1985, TWR centró sus esfuerzos en Rover, marca con la que sin embargo no pudo reeditar los éxitos logrados con Jaguar, pero no significó ni mucho menos que dejaran de verse los XJS en competición.

Especialmente en Oceanía, no en vano una unidad de TWR se impuso en los 1.000 kilómetros de Bathurst de 1985 en manos del australiano John Goss y el alemán Hahne. Su última aparición oficial se produjo en la prueba celebrada en las calles de Wellington, la Nissan Mobil 500, en 1987.

Dos unidades en manos de Walkinshaw / Percy y Hahne / Denny Hulme estuvieron en la pelea por la victoria hasta casi los compases finales cuando problemas mecánicos les privaron de cualquier opción. Seis temporadas de su debut y los coches seguían en la pomada frente a modelos más novedosos y efectivos. Sin lugar a dudas los XJS fueron vehículos que marcaron una época. Aspecto de tanque, sí, pero con la velocidad de un Jaguar.

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