Hurley Haywood y Michel Ferté pondrían el colofón final al año con otra segunda posición en Watkins Glen que sirvió para cerrar una destacada trayectoria de la marca en el IMSA GTO en la que, aunque no se consiguió ningún triunfo, sí que se demostró una soberbia competitividad contra otros fabricantes muy cualificados.
Con todo, este no fue ni mucho menos el final del F40 en competición, pues tras el “IMSA GTO” el LM fue utilizado en campeonatos como el BPR o el JGTC. Dado que el F40 comenzó a quedarse algo desfasado respecto a modelos como el McLaren F1 GTR, Michelotto desarrolló la versión F40 GTE en 1995.
El cubicaje del motor se incrementó en medio litro y, aunque obtuvo victorias parciales tanto en 1995 como 1996 en el circuito sueco de Anderstorp, el F40 GTE ya no pudo hacer frente a los novísimos GT1 y en 1997 vio su última temporada compitiendo a nivel internacional.
Su palmarés deportivo no fue el mejor, pero todavía hoy el F40 es recordado como el súper deportivo total y un coche con personalidad propia. Como decíamos al principio, el último de una estirpe.
Comentarios (0)