Ferrari es una de las marcas automovilísticas más destacadas. Su fama se remonta a décadas y décadas de éxitos deportivos.
Como ya pudimos ver en la historia de Ferrari, el palmarés de la escudería italiana es ampliamente conocido por la Fórmula 1. Sin embargo, en los años 50 y 60, Ferrari también dominaba en las pruebas de resistencia.
Autor de la fotografía de portada: Zantafi56 (Licencia Creative Commons)
De hecho, en los años 60 tuvo un dominio espectacular, hasta la llegada del Ford GT40, un coche mítico del que os hablamos en este post.
A diferencia de lo que ha sucedido en muchas rachas ganadoras en Le Mans, algunas de las escuderías consiguieron grandes rachas ganadoras con un único modelo, desde el Alfa Romeo 8C al mencionado Ford GT40 o el Porsche 956.
Sin embargo, en la década de los 60, Ferrari compitió con diferentes modelos y, es más, ganó prácticamente cada año con un modelo diferente. El fin de esta era es el protagonista de este artículo, donde se terminó el idilio de Ferrari con Le Mans. Hablamos del Ferrari 250 LM, la evolución del 250P.
Se trata de un modelo de gran relevancia para la escudería, ya que creó un modelo que valía tanto para competiciones automovilísticas de gran turismo, como para ser conducido en calle, toda una revolución en la época.
De hecho, el fabricante italiano quiso lanzar al mercado este coche para poder ser utilizado indistintamente en carretera y en circuito. Para ello, entre 1964 y 1965 se fabricaron 32 unidades que se pusieron a la venta para cualquiera que quisiera, ¡y que pudiera pagarlo claro!
Por sorpresa, todos los compradores de este Ferrari fueron equipos privados y escuderías, con el objetivo de competir. Por su parte, la baja producción de este modelo implicó que no pudiera competir en el Grupo 3 de Automovilismo. Debía ser incluido en la categoría de prototipos.
Ferrari decidió no presentarse con su coche oficial en el Campeonato Mundial, pero sí lo hicieron los equipos privados que habían adquirido el Ferrari 250 LM, consiguiendo importantes victorias.
Como se ha comentado, el Ferrari 250 LM es la evolución natural del 250 P, al cual se le añade un techo. Es decir, mantenía un chasis tubular con una batalla de 2,4 metros de largo, algo común en todos los coche de la ´época diseñados por Pininfarina.
Su motor era de 3,3 litros -más propio del Ferrari 275- de 12 cilindros en V a 60 grados, para poder desarrollar una potencia de 320 CV, con una caja de velocidades de 4 o 5 marchas.
El Ferrari 250 LM compitió en numerosas carreras de resistencia, a cargo de equipos privados como Equipe National Belge, NART (North American Racing Team) o el concesionario Maranello.
Comenzaron a competir, precisamente, en las 24 Horas de Le Mans, con resultados bastante negativos. Ahora bien, el Ferrari 250 LM hizo doblete en las 12 Horas de Reims del 64 y obtuvo posiciones importantes en las 12 Horas de Sebring y los 1000 km de Monza, ya en 1925.
Antes de Le Mans, en los 500 K de Spa Francorchamps, también consiguió la victoria. El momento álgido del Ferrari 250 LM llegó en junio de 1965, cuando el equipo NART, con Jochen Rindt y Masten Gregory, consiguieron vencer en la carrera de resistencia francesa, seguido de otro Ferrari 250, esta vez del Equipe Pierre Dumay.
Por supuesto, en 4318 Cars disponemos de la réplica con la que el Ferrari 250 LM se consagró, ¡puedes adquirirlo aquí!
En años posteriores, consiguieron vencer en otras carreras como los 1000 km de París o el Gran Premio de Silverstone.
El 250 LM fue el último modelo de los éxitos en resistencia de Ferrari. Ya solo esa referencia hace que sea uno de los coches más míticos de la escudería, ¡y eso es mucho decir!
.jpg){kind=link}
Comentarios (0)